Mi estancia en el Hotel El Mirador de Luces ha sido simplemente increíble. Ubicado en un entorno maravilloso y tranquilo, con vistas impresionantes. A tan sólo 5 minutos en coche de Lastres es de verdad el lugar perfecto para disfrutar de la preciosa Asturias. El personal del hotel es excepcional. Todos muy amables han conseguido que nuestra estancia sea inolvidable. La Señorita Elena fue una verdadera joya desde el primer día, brindándonos consejos sobre actividades para disfrutar en familia y consiguiendo reservas, junto con Alberto, en los mejores restaurantes de la zona para que pudiésemos ir la familia. Los desayunos en el precioso restaurante eran deliciosos y generosos, y el trato cálido y cariñoso nos hacía sentir como en casa. Marta nos sorprendió con su atención y recordando cada día nuestras preferencias para el desayuno, mientras que Juan Ignacio siempre nos recibía con una sonrisa, con mucha vitalidad y un trato cercano. El spa es un oasis de tranquilidad, desde el momento en que entras te envuelve una sensación de calma y bienestar. Los tratamientos de belleza y salud son excepcionales, y quiero hacer una mención especial a Mar por sus masajes profesionales y cuidado de la piel. Las habitaciones son acogedoras, con una decoración encantadora y un silencio que garantiza un sueño tranquilo. Sin duda, ¡volveremos en nuestra próxima visita a Asturias!
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