昆陀杜羅飯店

Hotel relajante a las afueras de Gijón, que te permite estar tranquilo en plena naturaleza o acercarte al bullicio de Gijón en 5 minutos a cenar, a la playa, a pasear... No cambio este hotel por ningún otro, hace años que venimos y es una delicia todo.

Petit hôtel digne d'un parador dans la même famille depuis plusieurs génération. Hôtel de charme avec un mobilier et une décoration ancien et de style combiné avec tous le confort moderne. Hôtel complètement hors du centre ville au calme mais près de cidreries-restaurants (et l’accès à Gijon en voiture est simple). Bon petit déjeuner avec un seul regret : pas d’œuf. Le propriétaire fait tout pour que vous vous sentiez bien. Sans hésiter si je repasse par Gijon

Bellissima romantica villa con parco secolare. Il giovane e gentilissimo proprietario, discendente dalla nobile famiglia che ha costruito la proprieta', si occupa direttamente del servizio breakfast e della reception. Ma, purtroppo , la villa e' vicinissima ad una superstrada per cui si torna subito al secolo ventunesimo con i suoi rombanti e continui rumori. Peccato!

Wat een prachtig hotel met mooie ruime kamers. Erg sfeervol en je wordt erg vriendelijk en gastvrij ontvangen. Geen restaurant in het hotel en het ligt wel afgelegen maar ik zou het zeker doen. Heerlijk ontbijt. Dit is echt een oase van rust en ik kom graag een keer terug

El hotel es excelente y tiene una gran calidad en los servicios y la atención del personal (Muy recomendable el desayuno) Está en una zona tranquila pero como bastantes opciones de restaurantes andando y al lado del Botánico y de la Laboral. Además, está muy bien comunicado, se llega rápidamente a Gijón y es un base excelente para excursiones por la parte central de Asturias.

Una casona asturiana maravillosa con todas las comodidades modernas y unos jardines exquisitos. Reserve por su proximidad al hospital de Cabueñes, no había estado antes y me llevé una grata sorpresa al encontrar un remanso de paz y tranquilidad después de días duros en el hospital. Normalmente en estos hoteles históricos suelen poner mucha tontería kitsch y”old timey “. En la Quinta Duro cada cuadro, cada detalle ha estado años y años en la familia y está todo ensamblado con un gusto exquisito. Un desayuno estupendo, y un servicio excepcional completan la experiencia.