Celebramos nuestra boda del 9-11 junio y le resultado fue inmejorable. Para empezar, el hotel es espectacular, está ubicado en un lugar privilegiado con unas vistas impresionantes al valle. El interior del hotel es muy espacioso, rústico y acogedor, es como estar en casa. El personal, destacando a Carlos y Eva principalmente, totalmente entregado, cercano y muy amable en todo momento. Confiamos en ellos desde el primer día y no defraudaron en ningún momento, a pesar de las dificultades (posibilidad de lluvia). Nos dieron libertad para hacer lo que nos apeteciese, aconsejándonos siempre lo mejor. Ya conocíamos el hotel desde hace años, pero con este fin de semana nos hemos enamorado. La familia y amigos alucinaron con la boda. Es todo un acierto para celebrar eventos de todo tipo y convivencias de fin de semana.
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