阿方索八世EXE飯店(Exe Alfonso VIII)

Hotel bonito

La ubicación del hotel es excelente pues se encuentra en el borde de la zona peatonal y con un parking público enfrente que se puede contratar desde el hotel. Personal amable y eficiente. Desayuno bueno sin ser espectacular. Al estar situado en plena carretera o calle de acceso el ruido nocturno, sobre todo si la ciudad está en fiestas, es bastante elevado. Nada que no se solucione con unos tapones para los oídos.

Un buen hotel (necesitado de una actualización), con fallos: 1) Carece de un lugar en la puerta para descargar pasajeros y maleta. Problema grave para personas de movilidad reducida 2) Un 4* sin restaurante ni cafetería 3) Teníamos una habitación hermosa, de dimensiones más que generosas, y muy amplia, con una gran terraza. El cuarto de baño tenía dos problemas importantes: - como sucede en muchos hoteles, también en este los diseñadores no se dan cuenta de que se precisa de un sitio para dejar la pasta de dientes, el cepillo, etc. Acabamos dejando el neceser en el suelo. - el inodoro muy incómodo. Yo no cabía (mido 1,80). Una persona de envergadura media-alta no puede sent****

Fui con mi marido justo antes de semana santa y leí las opiniones antes y aunque en general son buenas leí una de alguienque preferia dormir en el coche y fuimos un poco desconfiados . El hotel es precioso , la habitación estupenda y todo super limpio , el desayuno muy bueno y los trabajadores super amables y se lo dice alguien que suele ir siempre a hoteles de 5 estrellas . Dejamos el coche en el parking que está al lado .

El hotel tiene unas zonas comunes bonitas y señoriales y una ubicación excelente, puedes ir andando a todos los sitios de interés de la ciudad. Nuestra habitación era enorme, funcional, luminosa, tranquila y tenía unas vistas preciosas a la catedral. La cama era cómoda y gigantesca. El desayuno correcto pero no muy bien abastecido, la tortilla de patatas muy rica, los churros incomestibles. El personal es amable pero no sé controla el estacionamiento irregular de vehículos ajenos a la carga y descarga del hotel.

Hotel viejo, instalaciones en muy mal estado, con suciedad en las paredes y ruidoso. Como mucho merece dos estrellas, parece un hostal o pensión de pueblo. Habitación interior con rejas en la ventana que da a un patio de luces diminuto, es como una celda de una vieja prisión. Si no queda mas remedio y no hay ningún otro alojamiento disponible en la provincia puede ser una opción a tener e cuenta, aunque recomendaría seguir conduciendo hasta otra localidad o incluso dormir en el vehículo. El peor hotel de cuatro estrellas que he visto en toda mi vida, y he viajado por medio mundo.

El hotel con peor relación calidad-precio en el que he estado jamás. Le sobran dos estrellas y le falta limpieza entre otras muchas cosas. Como la categoría es cuatro estrellas y fuimos en día festivo, creí que el precio, de 212€ podía ser correcto. Nada más lejos de la realidad! No merece pagar por habitación más de 70-100€ (esto último considerando que éramos 2 adultos y una niña que usó cama supletoria. Sólo por la mala experiencia en el hotel no tenemos pensado regresar a Plasencia, sitios así que estafan a los clientes, hacen que cojas manía al lugar. Eso sí, cenamos en el Parador y este sí es altamente recomendable, cena exquisita y trato inmejorable, lástima que estuviese completo para dormir, porque la alternativa, que en el momento de reservar no parecía mala idea, ha sido terrible. El Exe Plasencia merece sanción de los responsables de turismo en Extremadura, es una vergüenza, las fotos de la web no corresponden a la realidad, no tienen los servicios que anuncian, moquetas muy sucias en zonas comunes y habitación asignada pésima, nos pusieron en una adaptada, que no pedimos, con el lavabo muy bajo, nos dejaron solo un peine y un gorro de ducha, para tres, eso eran todas las "amenities". Pregunté en recepción porqué nos habían dado una habitación adaptada cuando nosotros habíamos reservado una con baño completo y bañera, nos dijeron que tenían orden de vender todas (bien, pero a ese precio y sin avisarnos??) Por la mañana he pedido hoja de reclamaciones que voy a tramitar con gusto, porque es indignante este sitio, le comenté a la recepcionista que no me había parecido adecuada la habitación y que el baño no era lo contratado y nos había resultado incómodo y me contestó que era una "buena habitación" (ojo a las fotos, situada por debajo del suelo de un patio interior con barrotes en las ventanas y manchas de humedad en las paredes) y me dijo además que cual era mi problema con el baño adaptado que "si pensaba que se me iba a pegar la discapacidad o algo" No comento la grosería, ni lo fuera de lugar que está porque es evidente; supongo que se entiende que si yo reservo y pago por un tipo de habitación no tengo porqué explicar si me quiero dar un baño o si suelo usar bidet (que ese baño no tenía y los demás sí) sencillamente es molesto que el lavabo sea bajo, no tener encimera donde poner las cosas y pagar por algo que no es lo que pedí. Adjunto fotos. Recuerdo precio: 212€ la noche!!!

Una gran atención profesional y humana a través de Inés, Marta, Estela, Rosa y José Antonio, del Departamento de Recepción. Un lance al azar del encuentro con generosidad y amabilidad. Minerva, la chef del buffet de los desayunos preparados con una gran variación de salados y dulces, que son delicias para el paladar, recomendando la tortilla de patata y la atención profesional de Jorge, asistiendo a los huéspedes en su desayuno. El personal siempre con ganas de agradar tanto en recepción como en el restaurante, y especialmente hago mención a Patricia, una profesional proactiva. Un Hotel de memoria interminable con infinitos principios y distintos finales, que impregna sustancia de ensoñaciones.

Es un hotel de toda la vida quizás tendrían que remodelar algo pero en general esta bien y la habitación muy buena la hubicacion es genial no tiene parquin pero hay uno al lado y una pena que el restaurante esté cerrado por cierto el personal muy muy amable y el desayuno también bien