RESTAURANTE Tuvimos que poner una reclamación. El servicio fue lentísimo: un camarero para montar la mesa, otro para traer bebidas y otro (supuesto responsable) para tomar nota. Después de esperar mucho, pedimos la cuenta. Al decirle que nos íbamos por la demora, reaccionó fatal y con muy malos modos. Intenté explicarle con educación, pero nos cortó y acabó gritando cosas como “¡Saca al perro, ossstiasss!” (cuando la perra ni molestaba) y “¡Vete a hacer puñetas”. Incluso hizo un comentario fuera de lugar sobre si fuimos a un colegio privado. Nunca lo insulté, solo intenté hablar. Fue una experiencia muy desagradable. Me duele porque adoro el turismo en mi país, y este tipo de actitudes, aunque puntuales, empañan el gran trabajo del sector. Si no quieres vivir algo parecido, busca otro sitio… que será por restaurantes en Canet. Servicio pésimo que menos que respeto al cliente.
翻譯