El servicio recibido fué el correcto en todo momento. La amabilidad por encima de todo. La habitación no era ni muy grande ni muy pequeña, pero tenia de todo, armario con espejo, dos camas grandes, un balcón terraza, con su mesita y dos sillas, (el balcón con paredes laterales para así tener más privacidad respecto a las habitaciones contiguas. El baño con una amplia ducha. La ubicación muy cerca de la playa, a unos 100 o 150 metros. El desayuno tipo buffet muy completo. Estuvimos un fin de semana, y se nos ha hecho muy corto. Esperamos volver con más tiempo.
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