花盆之家飯店

Hotel situado en la montaña, al que solo se puede llegar en 4x4 después de 45 minutos de camino sin asfaltar, pero ellos mismos prestan el servicio de traslados. Las vistas son increíbles durante todo el trayecto. De hecho, el entorno es un espectáculo, con las plantaciones de té rodeando la casa. Piscina profunda con vistas panorámicas un poco ocultas por la propia vegetación. Las habitaciones y cuartos de baño son bastante básicos, aunque con el encanto de lo rústico. La cena fue mediocre, se puede elegir solo entre dos platos de la modalidad cocina de Sri Lanka y entre otros dos de cocina internacional. Sin embargo, el desayuno está francamente bien. No buffet. Es un hotel donde no hay nada que hacer, salvo las rutas y actividades que ellos organicen, si es que lo hacen, porque no conseguimos que nos informaran por adelantado y, como solo pasábamos allí una noche, no quisimos arriesgarnos y organizamos previamente por nuestra cuenta la visitas a otra plantación de té y a las cascadas. Falla la comunicación con los futuros huéspedes.

Bit late writing this review but I really wanted to get across how beautiful this property is and how attentive the staff were. We actually had the place to ourselves when we were there and the staff could not do enough for us - whether it was offering us teas or food or recommending places to walk. The scenery is indescribable and the house itself is so historic. Bed was super comfy and the bathroom had a lovely bath where you could relax and gaze out the window. My only word of warning is that the journey from Haputale was a bit hair raising and not for the faint hearted - but we just tried to not think about the drops off the road and just look at the scenery!