盧斯狄卡飯店-米蘭皇家

Es un magnifico hotel para pasar unos días de descanso en la sierra de Gredos. el personal es muy amable. La cocina es buena y ponen interés en cuidar los detalles. Calidad precio excelente Es un hotel que he ido más de una vez y volveré. Lo recomiendo sin lugar a dudas

Hemos estado una noche este fin de semana. En general, la estancia fue cómoda, pero hay muchos detalles que debería mejorar. Nuestra habitación fue la 24. Lo mejor: - Preciosas vistas desde la habitación. - Trato del personal, sobre todo de las camareras, muy atentas en todo momento. -Tarta de manzana con helado en la carta de postres! - Biblioteca Aspectos a mejorar: -Contraventanas de madera que parecen a punto de caerse y se mueven solas. -Ducha de la que se sale el agua, falta de repisa en la ducha para apoyar botes teniendo los que dejar en el suelo (solo 1 botecito de gel y otro de champú para 2 personas) . -El papel higiénico parece el más barato que se pueda encontrar. -Minibar vacío. Estaría bien que tuviese al menos agua. - La puerta del baño no cierra bien. -A nivel decorativo, el mobiliario de la habitación parece reaprovechado de otro sitio, no pega nada con el hotel ni guarda relación entre sí. Me dedico al interiorismo de hoteles y en hoteles de menos nivel ponen más atención en este aspecto. Le da mala imagen y con un poquito de inversión mejoraría bastante. -Lo que tomamos para cenar muy rico, pero algo caro. Por último, como aspecto negativo, fue muy incómodo que las camareras recibieran una reprimenda por parte del encargado porque un cliente les pidió una botella de agua con gas para la habitación y le dijeran que sí. Seguramente no se percató (el encargado) que seguíamos en la sala esperando la cuenta de la cena. En resumen, mejorable, con aspecto de estar ahorrando en detalles porque no pueden costeárselo. En el Parador de Gredos están las habitaciones solo 10€ más caras.

Me quedo muy sorprendida al ver críticas negativas de este lugar, porque para mi pareja y yo ha sido perfecto. Se trata de un hotel rural, todo de madera, y con un estilo realmente acogedor. Estuvimos en una habitación de las normales, pero con unas vistas espectaculares. A destacar también que siempre estaba caliente. Y nos encantaron la biblioteca, con zonas para leer y trabajar, y un salón común con chimenea. El desayuno gourmet se sirve en la mesa, en un comedor con vistas a las montañas, y es estupendo, con embutido, tostadas, bollería, fruta... Por otro lado, el personal es extremadamente amable. No pudimos hacer la observación astronómica porque el tiempo no era el adecuado, pero nos servirá de excusa para volver.